Todos
los estudios e informes lo confirman: los niños cada día están más
obesos. Algunos dicen que es porque no se mueven. Quizás tengan algo de
razón, pero creo que sobre todo es por lo que comen. Comida cada vez más
procesada, más refinada, más basada en hidratos de carbono y azúcares.
Mi niño/a desayuna siempre cereales... suena bien, ¿no? Pues malas noticias: Los cereales que
venden en esos preciosos paquetes (y que suelen incluir atrayentes
regalitos) suelen presumir de tener vitaminas y minerales añadidos, algo
que en principio es positivo pero cuya eficacia está todavía por
demostrar (de algunos estudios se
podría deducir que incluso es mejor evitarlos). Pero analizando sus
componentes, son poco más que almidón y azúcar. Mucho azúcar. Demasiado
azúcar. Y se parecen muy a poco a cereales "de verdad".
Por
ejemplo, estos son los macro-componentes nutricionales básicos (por
cada 100 gr. de producto) de los Choco Krispis, Frosties, Smacks y Miel
Pops, tomados de la web de Kelloggs
¡En
el mejor de los casos, un tercio de lo que están comiendo es azúcar y
el resto almidón! Una bomba para el páncreas e insulina a raudales
corriendo por su torrente sanguíneo, para que a media mañana llegue el
bajonazo. Y caries a mansalva para los dientes. .
Y estos son los ingredientes de tres de ellos (Choco Krispis, Frosties y Smacks, respectivamente) según indican en sus cajas:
Como podran observar, además del cereal (que, por oro lado, está superrefinado, es decir, se le ha eliminado la fibra para hacerlo más blanco y convertirlo en puro almidón),
todos tienen jarabe de glucosa y azúcar. Y por lo visto en la
información nutricional, en cantidades muy importantes. Comparándolos
con los cereales "para adultos" (que tampoco son para dar saltos de
alegría), en lugar de ser incluso más sanos (hablamos de niños/as en
periodo de crecimiento), son sencillamente más llamativos y mucho más
dulces. Si además consideramos que en muchas ocasiones les añaden más
azúcar al tomarlos con leche, puede que en el desayuno se estén metiendo
entre pecho y espalda entre 20 y 40 gramos de azúcar sólo con los
cereales.
Lo ideal sería un desayuno compuesto de yogur,
queso, una pieza de fruta (variada, para no aburrir), y una tostada de
pan integral, incluso con mermelada y mantequilla. De vez en cuando
podría sustituirse la tostada por alguna galleta... aunque pocas se
salvan.
Sería recomendable complertarlo con algo de proteínas y grasas (huevos
revueltos, tortilla). Y seguro que a ustedes se les ocurren otras
soluciones igual de sabrosas y nutritivas y mucho menos "sintéticas".
Claro, es más trabajo. Prepararlo, servirlo,
convencerles de que se lo coman... Un remedio sencillo: Levantarse un
cuarto de hora antes e instarles a que participen en la preparación.
Funciona, de veras.
UN ABRAZO
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