sábado, 4 de noviembre de 2017

Restaurante


Hace poco estuve por este lugar y de verdad mi sorpresa fue muy desagradable , no solo en el trato hacia el cliente que fue algo deprorable de parte del encargado del salón un tal Adan, sino que también con respecto a la comida(si se le puede decir comida) un asco en su presentación y sabor(saladisima) lo sierto que al reclamar nos dicen de mala manera que eso no es salado, sino que es fuerte de sabor,un fiasco.Lo peor de todo fue cuando le preguntamos si tenían menú para diabéticos y celíacos nos respondieron que esto no era un hospital!!! y que el cocinero jefe era quien disponía los platos y no se podían cambiar, ante todo este panorama optamos por algo censillo y pedimos algo clasico, unas gambas a la plancha de primero y nos dicen que lleva ajo, cosa que no podemos comer dado que tenemos intolerancia y la respuesta fue que las gambas si o si llevan ajo porque el jefe de cocina así lo dispuso( palabras textuales del camarero) sorprendidos con todo lo visto nos dispusimos a comer unos espaguetis ,fue tan grande la decepción de ver como algo tan sencillo como unos espaguetis eran totalmente incomibles,recocinados y sin sabor alguno,optamos por no decir nada y pedimos la cuenta y al ver que no habíamos tocado el plato nos dijeron :que tal los espaguetis? no sabia si era broma o ironía.La conlcución es que nos fuimos con hambre y la cartera vacia!!!. Desde luego no recomiendo este lugar a nadie,al menos que sea masoquista.
 A, por cierto: el jefe de cocina se llama Mariano.

FAMILLA CAPOLARI

                            UN ABRAZO